En el PGOU aprobado inicialmente se vuelve a hablar de 15.000 personas en el año 2017, cuando según sus propios cálculos llegaríamos a 13.027 habitantes, si se mantuviese el ritmo de crecimiento anual medio de viviendas de los últimos años (187 viviendas/año en la etapa del boom inmobiliario) que evidentemente no se va a mantener con la actual crisis que durará aún un año más en España. Todo ello unido al parón en la llegada de inmigrantes y al elevado envejecimiento de la población (alrededor de un 25% de mayores de 65 años) nos sitúa en tasas de crecimiento de población bastante más bajas y, por tanto, resulta increíble llegar a 15.000 habitantes en 2017, siendo más realista una previsión en torno a 12.500/13.000 habitantes como techo poblacional y un horizonte real de poco más de 11.000 habitantes.
De hecho, y utilizando los datos del INE (www.ine.es), Toro ha tenido la siguiente evolución poblacional en los últimos años:
AÑO POBLACIóN INCREMENTO
2000 9.325
2001 9.224 - 101
2002 9.079 - 145
2003 9.166 + 87
2004 9.396 +230
2005 9.466 + 70
2006 9.667 +201
2007 9.738 + 71
2008 9.850 +112
Tomando sólo desde el año 2003, así como los incrementos de población positivos desde el año 2002-2003, tenemos un aumento de 771 personas que suponen una media anual en los últimos seis años de 128,50 personas. Si aplicáramos esa media durante los próximos 9 años siendo optimistas (sin contar el envejecimiento, la menor llegada de inmigrantes, la crisis económica que seguirá el próximo año) el resultado sería de un crecimiento positivo de 1.156,50 personas hasta el año 2017, lo que nos daría un resultado total de 11.006 (11.006,50 habitantes en 2017, es decir, 9.850 + 1.156,50), incluso muy alejados de los cálculos previstos en el PGOU (13.027 habitantes)
Por todo ello, no sería necesario extender tanto la ciudad, ni construir todas esas viviendas que no iban a ser utilizadas, máxime cuando tenemos más de 400 viviendas vacías en la ciudad, que podrían absorber ese crecimiento demográfico, un número importante de solares vacíos en el suelo urbano consolidado y solares en el casco histórico. Las dotaciones de suelo urbano residencial en el PGOU provocarían, por tanto, una nueva época de especulación y precios altos, todo lo contrario de lo que pretende la Ley del Suelo del 2007.
Según el PGOU se habilita espacio para construir en los próximos ocho años 590 viviendas en suelo urbano no consolidado y 2106 en suelo urbanizable, es decir, 2.696 viviendas, una cantidad desmesurada de suelo y viviendas para las necesidades de la población toresana, que no llegan ni a un 25% de esa cantidad, con lo cual su construcción respondería a otros intereses y necesidades.
Por todo ello Izquierda Unida presenta una alegación al PGOU inicialmente aprobado y durante el período de exposición pública en la que proponemos que se elimine la clasificación de los sectores de suelo urbano no consolidado como El Rabí 1, El Rabí 3, Esconde Huesos 1 y Esconde Huesos 2 y de suelo urbanizable de los sectores de El Barrero 1 y 2, Canto Norte-Canto Sur, Entrevías, Villanueva 1 y 2 y el Gejo Este (en total 1.280 viviendas) clasificándolos como suelo rústico de entorno urbano, pues no son necesarios ante el incremento débil de la población en los próximos años (envejecimiento poblacional, crisis económica, reducción de las llegadas de inmigrantes), máxime si tenemos presente que está en tramitación el sector Mercedarios (160 viviendas), que se apuesta por el desarrollo del eje Toro-Tagarabuena con varios SUR, la existencia del resto de sectores de suelo urbano no consolidado (por ejemplo Miraflores con 142 viviendas), el alto número de viviendas vacías y, sobre todo, la existencia de numerosos solares del casco antiguo y de la zona oeste de la ciudad, en los cuales hay espacio más que suficiente para construir viviendas que absorban ese crecimiento e incluso crecimientos mayores inesperados y altamente improbables que pudieran producirse.
De hecho, y utilizando los datos del INE (www.ine.es), Toro ha tenido la siguiente evolución poblacional en los últimos años:
AÑO POBLACIóN INCREMENTO
2000 9.325
2001 9.224 - 101
2002 9.079 - 145
2003 9.166 + 87
2004 9.396 +230
2005 9.466 + 70
2006 9.667 +201
2007 9.738 + 71
2008 9.850 +112
Tomando sólo desde el año 2003, así como los incrementos de población positivos desde el año 2002-2003, tenemos un aumento de 771 personas que suponen una media anual en los últimos seis años de 128,50 personas. Si aplicáramos esa media durante los próximos 9 años siendo optimistas (sin contar el envejecimiento, la menor llegada de inmigrantes, la crisis económica que seguirá el próximo año) el resultado sería de un crecimiento positivo de 1.156,50 personas hasta el año 2017, lo que nos daría un resultado total de 11.006 (11.006,50 habitantes en 2017, es decir, 9.850 + 1.156,50), incluso muy alejados de los cálculos previstos en el PGOU (13.027 habitantes)
Por todo ello, no sería necesario extender tanto la ciudad, ni construir todas esas viviendas que no iban a ser utilizadas, máxime cuando tenemos más de 400 viviendas vacías en la ciudad, que podrían absorber ese crecimiento demográfico, un número importante de solares vacíos en el suelo urbano consolidado y solares en el casco histórico. Las dotaciones de suelo urbano residencial en el PGOU provocarían, por tanto, una nueva época de especulación y precios altos, todo lo contrario de lo que pretende la Ley del Suelo del 2007.
Según el PGOU se habilita espacio para construir en los próximos ocho años 590 viviendas en suelo urbano no consolidado y 2106 en suelo urbanizable, es decir, 2.696 viviendas, una cantidad desmesurada de suelo y viviendas para las necesidades de la población toresana, que no llegan ni a un 25% de esa cantidad, con lo cual su construcción respondería a otros intereses y necesidades.
Por todo ello Izquierda Unida presenta una alegación al PGOU inicialmente aprobado y durante el período de exposición pública en la que proponemos que se elimine la clasificación de los sectores de suelo urbano no consolidado como El Rabí 1, El Rabí 3, Esconde Huesos 1 y Esconde Huesos 2 y de suelo urbanizable de los sectores de El Barrero 1 y 2, Canto Norte-Canto Sur, Entrevías, Villanueva 1 y 2 y el Gejo Este (en total 1.280 viviendas) clasificándolos como suelo rústico de entorno urbano, pues no son necesarios ante el incremento débil de la población en los próximos años (envejecimiento poblacional, crisis económica, reducción de las llegadas de inmigrantes), máxime si tenemos presente que está en tramitación el sector Mercedarios (160 viviendas), que se apuesta por el desarrollo del eje Toro-Tagarabuena con varios SUR, la existencia del resto de sectores de suelo urbano no consolidado (por ejemplo Miraflores con 142 viviendas), el alto número de viviendas vacías y, sobre todo, la existencia de numerosos solares del casco antiguo y de la zona oeste de la ciudad, en los cuales hay espacio más que suficiente para construir viviendas que absorban ese crecimiento e incluso crecimientos mayores inesperados y altamente improbables que pudieran producirse.
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