sábado, 20 de septiembre de 2008

La ciudad de Toro con aproximadamente 10.000 habitantes requiere unos servicios acordes con dicho volumen de población. Esta población en su trato con la administración genera una carga importante de trabajo para un ayuntamiento, sobre todo, para el servicio de registro, que es por donde tienen que pasar obligatoriamente los escritos, solicitudes, documentos, etc. de todos los ciudadanos en su relación con la administración local.
Si a ello le unimos que se ha implantado el Servicio de Ventanilla Única, servicio loable, pero que no ha sido planificado convenientemente por el equipo de gobierno actual y que implica que el mismo empleado público tenga que hacer las dos funciones, estamos claramente ante una carga de trabajo excesiva para un solo empleado público. Pero es que además, para más INRI, ese único empleado tiene que hacerse cargo del teléfono de información general del ayuntamiento. Es decir, un único empleado cumple tres funciones y tres trabajos distintos.

Por todo ello, Izquierda Unida de Toro en representación de un sector de la ciudadanía toresana ha propuesto en escrito presentado en dicho Registro el día 18 de septiembre que para reducir la excesiva carga de trabajo al único empleado del servicio de Registro del ayuntamiento se aumente la dotación de personal en dicho servicio, máxime cuando se está baremando una bolsa de empleo y va a haber un listado de cientos de personas en espera de un puesto de trabajo que en este caso es extremadamente necesario cubrir por necesidades del servicio.

Además, Izquierda Unida de Toro cree necesario para mejorar el servicio que se amplíe el horario de atención al público por las tardes, pues en la actualidad sólo existe por las mañanas y mucha gente tiene problemas para acudir a dicho Registro por coincidir con su horario de trabajo. Ello redundaría en un mejor y más ágil servicio al ciudadano

Ello supondría la contratación de dos personas de esa nueva bolsa de trabajo, con el objetivo de satisfacer las necesidades de servicio existentes y descargar de trabajo a un empleado. Es decir, todo lo contrario de lo que se está haciendo últimamente en el ayuntamiento de Toro por parte del equipo de gobierno con la creación de empleos innecesarios, indicativo, por un lado, del caos organizativo del actual equipo de gobierno y, por otro lado, de la generación de un clientelismo que persigue la rentabilidad electoral por encima de los intereses generales del municipio.
Igualmente, creemos que está muy bien y es una acción que apoyamos, la puesta en marcha del Portal del Ciudadano, aunque llega varios años tarde (estamos en el S. XXI por si a alguien del equipo de gobierno se le olvidaba), pero también hay que mejorar los servicios tradicionales, porque por otro lado, son los que van a seguir siendo utilizados en mayor medida.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Las fiestas en Toro (y II)

Las próximas fiestas en Toro son las fiestas de la Vendimia. Volvemos a denotar la misma desorganización, el realizar las cosas de hoy para mañana, la repetición extenuante de actos y estar a menos de un mes y no saber quién va a ser el pregonero. Nos movemos en el mundo de la imprevisión y de las ocurrencias.
La fiesta de la Vendimia repite año tras año las mismas actividades e incluso los mismos protagonistas de las actividades. Y una cosa es mantener ciertos actos tradicionales que son centrales o crear unas actividades que se realicen año tras año, pero con distintos protagonistas y otra cosa es la repetición hasta la saciedad de los mismos actos y las mismas actuaciones. Detrás de ello no se esconde más que la falta de trabajo y la falta de ideas y de compromiso con la ciudad y la imagen exterior que se transmite en la realización de cualquier acto, así como la propia valoración de los toresanos y de su capacidad en la organización de cualquier tipo de evento.

Además en estas fiestas existen dos situaciones negativas:

1º) El mercado medieval que se está realizando desde hace unos años está perdiendo su carácter de medieval y no tiene ningún tipo de actuación o de atracción que realce dicha actividad. Está costando más de 30.000 euros y se adjudica a dedo todos los años. Es necesario que salga a concurso, se presenten ofertas y se elija entre las ofertas aquella que presente más calidad y mejores condiciones económicas para la ciudad. No puede ser que cueste tanto dinero y cada año empeore su calidad, sea menos medieval y no tenga ningún tipo de atractivo.

2º) Los programas de fiestas de la Vendimia, al igual que ocurre con el de San Agustín y el de Carnavales parecen catálogos de anuncios más que programas de fiestas. Una cosa es la colaboración de las entidades, empresas y autónomos (que es deseable) y otra muy distinta es hacer un catálogo de anuncios. Además se adjudica a dedo desde hace muchos años y deberían permitirse la presentación de al menos tres ofertas para la elaboración del programa y de la cartelería, estableciendo una serie de requisitos y prescripciones para así mejorar su calidad y claridad.

Las soluciones a estas dos situaciones de distorsión de la Fiesta de la Vendimia servirían para mejorar la transparencia de nuestro ayuntamiento (higiene democrática), elevar la calidad de ambos elementos (Mercado medieval y programas) y eliminar los comentarios y sospechas que circulan por la ciudad del porqué se adjudica a dedo la elaboración del programa y la organización del mercado medieval.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Las fiestas en Toro (I)

Las últimas fiestas de San Agustín han sido un buen ejemplo de la situación del ayuntamiento y del estado al que han conducido la ciudad los (des)gobiernos de los últimos años. Las fiestas forman parte del acervo cultural de una comunidad y son un buen indicador de cómo se encuentra una ciudad. En el caso de Toro han sido la mejor expresión de un ayuntamiento altamente endeudado y de un equipo de gobierno agotado y sin ningún tipo de ideas. Podemos estar hablando de las peores fiestas en calidad y en organización de los últimos treinta años.

Para empezar la desorganización y la falta de promoción ha sido la nota dominante de estas fiestas. Se realizan actos que la gente no sabe ni dónde son ni a qué hora, como ha ocurrido con las escasas actividades infantiles, se realizan conciertos que no se anuncian en ningún sitio, se busca desesperadamente un pregonero de las fiestas diez días antes y se edita un programa de fiestas plagado de errores.

Quieren justificar la inexistencia de nuevas atracciones o actividades en las fiestas con la falsa excusa de que “la tradición y la personalidad de nuestras fiestas nos impiden hacer cambios” (La Opinión-El Correo de Zamora, 25 de agosto de 2008). ¿Qué tiene que ver mantener los actos tradicionales con hacer otros nuevos, distintos, novedosos para Toro?. Es simplemente una excusa para ocultar la falta de trabajo y hacer siempre lo mismo es para evitar tener que buscar otras atracciones y dedicar tiempo a organizar unas fiestas para todos. La contradicción es evidente, pues a la vez se jactan de la cata de vinos como una novedad bien acogida (lo cual es cierto) que se ha hecho por segundo año consecutivo. Y si además, hablan de tradición y personalidad, ¿dónde están todas aquellas actividades deportivas (motocross, tiro al plato, carrera de galgos, recorridos de caza, concursos de pesca, pruebas atléticas, partido de fútbol de presentación de la UDT, etc.), la edición de la Guía del deportista, la sesión de fuegos artificiales, las marionetas, la actuación musical que había la noche de las Carrozas gratis en la Plaza Mayor, la verbena en la Santísima Trinidad o la verbena en el Puerto de la Magdalena y que eran tan tradicionales y daban tanta personalidad a nuestras fiestas?

Tampoco se pueden escudar en la crisis económica o en una supuesta austeridad, pues gastarse, si es que es cierto, 242.726 euros, teniendo en cuenta lo poco que hacen y lo repetitivo que es, resulta un verdadero despilfarro, máxime si tenemos presente el enorme endeudamiento del ayuntamiento de Toro. Otras ciudades con menos habitantes que Toro y con mucho menos dinero realizan bastantes más eventos, más variados y, en general, de mayor calidad, incluyendo actividades culturales en el programa de fiestas.

Finalmente hay dos situaciones que resultan inauditas en una democracia del Siglo XXI:
1º) Se habla de una Comisión de Festejos, que no se sabe cómo se conforma, ni qué hace. Se debe hacer ya un reglamento de participación ciudadana que regule este y otros Consejos y/o Comisiones que se deben crear para que haya una real participación ciudadana y qué esté regulado quién debe estar y en representación de qué o de quiénes. Ahora mismo, las personas que están son puestas a dedo y no se sabe a quién representan. Indica la Concejala de Festejos que está la juventud de Toro. ¿Quién y a quién representa?

2º) Los programas de fiestas cada año son peores y con más errores y fallos. Parecen catálogos de anuncios más que programas de fiestas. Una cosa es la colaboración de las entidades, empresas y autónomos (que es deseable) y otra muy distinta es hacer un catálogo de anuncios que genera sustanciosos beneficios a la persona encargada de hacer el programa, sin importarle lo mas mínimo la calidad del programa. Para mejorar el programa se deberían pedir al menos tres ofertas y asignar su edición a la que fuera más conveniente para Toro. Por otra parte, se evitarían los múltiples comentarios y sospechas que circulan por la ciudad del porqué se da a dedo siempre a la misma persona.

En definitiva, unas fiestas repetitivas, desorganizadas, sin promoción, con un programa plagado de errores y organizado desde una Concejalía exclusiva para ello, que han resultado posiblemente las peores de los últimos 30 años y que nos cuestan más de 200.000 euros, resultando carísimas en la relación calidad/gasto realizado. No es extraño por ello que el comentario generalizado en la ciudadanía sea que no ha habido fiestas. Más claro, agua.