miércoles, 7 de noviembre de 2007

Los parques infantiles de Toro: un peligro para la infancia

Los niños toresanos están aprendiendo desde edades muy tempranas que el Alcalde-Senador de las deudas y el derroche no es sólo un peligro para los ciudadanos adultos de Toro y para la administración y finanzas del ayuntamiento, sino también para su seguridad e higiene.
Esto que estamos diciendo se puede comprobar simplemente con una análisis visual de los parques infantiles existentes en la ciudad de Toro.

En Toro existe un número de parques infantiles aceptable y el equipo de gobierno del PP los ha situado, en general, repartidos por los distintos barrios de la ciudad (San Francisco, Eras de Santa Catalina –hay dos-, Carretera Pozoantiguo, Plaza del Templo, Solejar, El Canto, Estación de autobuses, Cuesta Cavila). Se podría criticar que en algún barrio haría falta, pero en general podemos calificar de aceptable la oferta de este tipo de instalaciones. El problema viene cuando aumentamos el ángulo de visión y nos acercamos a los parques, entramos en ellos y analizamos cómo están y qué les puede ocurrir a los niños que en ellos juegan.
El parque infantil de San Francisco tiene puntas sobresalientes, maderas podridas y astilladas, faltan elementos protectores en los aparatos con lo que los anclajes quedan a la vista (tornillos y tuercas oxidados) y la suciedad reina en todo el recinto.






El parque de las Eras de Sta. Catalina carece de papeleras y la gente lleva allí a sus perros con lo que la arena del parque guarda bastantes "sorpresas", y lo que es peor, hay un borde de cemento en medio del parque en el que ya se ha golpeado más de un niño en la cabeza. Carece de vallas que cierren el recinto, estando situado junto a vías de comunicación por un lado (Avenida Antona García y carretera de San Román) y por el otro tiene terraplenes. El banco que hay para sentarse los padres y cuidar de sus hijos está en el aire.

En la carretera de Pozoantiguo la suciedad es la reina y los accesos al mismo son absolutamente lamentables. Igualmente la valla de seguridad son sólo unos metros que no cierran todo el parque respecto al peligro que supone la carretera, bastante transitada por otra parte.












En la Plaza del Templo las maderas que lo cierran han sido rotas y durante varios días estuvieron tiradas en la arena del parque. Al igual que los demás está sucio y los anclajes de los elementos a la vista.







En el Solejar, parque ciertamente de escaso uso, se están construyendo casas junto al mismo y la zona límite entre ambos está sin cuidar, llena de hierbajos y con algún que otro “regalito” canino, sin valla ni otro elemento de separación.


En El Canto, el peligro además de las piedras y cantos que hay en la zona de alrededor del parque, que está sin cuidar, procede de la existencia de un contenedor de vidrio que no se vacía con la regularidad con la que se debería, provocando que la gente deje los vidrios en el suelo (a pocos metros se encuentra el colegio Virgen del Canto). Igualmente las papeleras están rotas e inservibles y la suciedad abunda tanto en el parque como en sus inmediaciones.

En la Estación de autobuses, la suciedad reina por doquier, las papeleras son arrancadas y los contenedores de vidrio de las inmediaciones (en concreto hay dos en esa calle) no se vacían con regularidad, estando los vidrios en la acera y pudiendo ser utilizados por cualquier niño.




Pero el premio al desastre se lo lleva el Parque infantil de la Cuesta Cavila. El propio barrio sufre el abandono de este equipo de gobierno y el parque es un buen ejemplo de ello. Está abandonado a su suerte, lleno de malezas y bichos, los elementos infantiles rotos, los contenedores sin vaciar, la valla rota en una zona con terraplenes peligrosos, el banco para sentarse en el aire, que parece que va a salir volando y la zona de alrededor está sin cuidado de ningún tipo.







Todos ellos son de arena, lo que conlleva que debería ser cambiada cada cierto período de tiempo prudencial, pues la suciedad se acumula y queda oculta bajo la arena, donde luego juegan los niños. El resultado es una carencia absoluta de higiene y de seguridad (en la arena puede haber cristales y otros objetos y materiales con los que se pueden hacer daño).
Todo esto nos demuestra que el mantenimiento de los parques infantiles es deplorable, la limpieza inexistente, la seguridad realmente es pura inseguridad y la preocupación de los ediles del equipo de gobierno nula, pues eso significaría trabajar y no parece que eso vaya con ellos y su jefe, el Acalde-Senador.

Izquierda Unida propone al equipo de gobierno que deje de mirar para otro lado, se ponga el “mono de faena” y mejore la situación desastrosa en la que se encuentran estos parques infantiles. Creemos que para ello se deberían llevar a cabo las siguientes acciones:

1) Sustitución de la arena en la zona de los elementos de juego y la instalación de suelos de caucho para mejorar la higiene y la seguridad.
2) Protección en los elementos de los anclajes para evitar accidentes y golpes de los niños.
3) Creación de algún punto de aseo animal y su adecuado tratamiento.
4) Cierre adecuado de todos los parques infantiles para evitar que se puedan producir accidentes de tráfico en las calles y carreteras que hay junto a los parques.
5) Limpieza semanal de los parques.
6) Arreglo del mobiliario y de las papeleras.
7) Vaciado adecuado de los contenedores de vidrio que están en las inmediaciones de los parques y si las empresas concesionarias no lo hacen, tomar medidas sancionadoras, pues no es la primera vez que esto ocurre.