sábado, 13 de septiembre de 2008

Las fiestas en Toro (y II)

Las próximas fiestas en Toro son las fiestas de la Vendimia. Volvemos a denotar la misma desorganización, el realizar las cosas de hoy para mañana, la repetición extenuante de actos y estar a menos de un mes y no saber quién va a ser el pregonero. Nos movemos en el mundo de la imprevisión y de las ocurrencias.
La fiesta de la Vendimia repite año tras año las mismas actividades e incluso los mismos protagonistas de las actividades. Y una cosa es mantener ciertos actos tradicionales que son centrales o crear unas actividades que se realicen año tras año, pero con distintos protagonistas y otra cosa es la repetición hasta la saciedad de los mismos actos y las mismas actuaciones. Detrás de ello no se esconde más que la falta de trabajo y la falta de ideas y de compromiso con la ciudad y la imagen exterior que se transmite en la realización de cualquier acto, así como la propia valoración de los toresanos y de su capacidad en la organización de cualquier tipo de evento.

Además en estas fiestas existen dos situaciones negativas:

1º) El mercado medieval que se está realizando desde hace unos años está perdiendo su carácter de medieval y no tiene ningún tipo de actuación o de atracción que realce dicha actividad. Está costando más de 30.000 euros y se adjudica a dedo todos los años. Es necesario que salga a concurso, se presenten ofertas y se elija entre las ofertas aquella que presente más calidad y mejores condiciones económicas para la ciudad. No puede ser que cueste tanto dinero y cada año empeore su calidad, sea menos medieval y no tenga ningún tipo de atractivo.

2º) Los programas de fiestas de la Vendimia, al igual que ocurre con el de San Agustín y el de Carnavales parecen catálogos de anuncios más que programas de fiestas. Una cosa es la colaboración de las entidades, empresas y autónomos (que es deseable) y otra muy distinta es hacer un catálogo de anuncios. Además se adjudica a dedo desde hace muchos años y deberían permitirse la presentación de al menos tres ofertas para la elaboración del programa y de la cartelería, estableciendo una serie de requisitos y prescripciones para así mejorar su calidad y claridad.

Las soluciones a estas dos situaciones de distorsión de la Fiesta de la Vendimia servirían para mejorar la transparencia de nuestro ayuntamiento (higiene democrática), elevar la calidad de ambos elementos (Mercado medieval y programas) y eliminar los comentarios y sospechas que circulan por la ciudad del porqué se adjudica a dedo la elaboración del programa y la organización del mercado medieval.

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